7/7/15

Taste In Men

◘ SugaMon 
♫ Placebo - Taste in men
♦ Soy pésima para los títulos desde tiempos inmemorables. Pero es lo que escucho y en algo se relaciona. Y éste va para , lo inspiró más que nada.



Era la persona que más lo entendía en el mundo, con quien prefería pasar su tiempo libre aunque fuera sólo para descansar y escuchar música. Yoongi, desde los tiempos de trainers había sido el único con quien se sentía realmente bien, completo. ¿De eso se trataban las almas gemelas? ¿Cómo saberlo? Sólo podía adivinar que Yoongi era su mejor amigo, no había otra explicación.

No  supo desde qué momento comenzó a fijarse en otras cosas de él que antes siempre había pasado por alto. Sí, durante años lo había escuchado rapear, pero jamás se había perdido minutos enteros viendo sus labios moverse al hacerlo, al hablar, cuando comía. Los labios de Yoongi comenzaban a llamarle la atención hasta un punto que no podía sacárselos de la cabeza, pero eso no era todo, también comenzaba a pensar que su apariencia era muy linda, ¿esa era la palabra? No sabía describirlo pero estaba seguro de que le gustaba cómo se veía Suga con el cabello casi rosa, casi naranja, rubio casi blanco. No sabía qué era lo que le sucedía con su mejor amigo, de cierta forma le asustaba, pero no dejaba que por nada en el mundo aquello saliera a flote.


Pasaban de las tres de la mañana, Namjoon y Yoongi componían nuevos mixtapes para el siguiente mini-álbum después de que el pasado había sido todo un éxito. Sin embargo había algo en el líder que no lo dejaba tranquilo, la cercanía con Suga le incomodaba por la sencilla razón de que no era suficiente. El mayor había notado eso desde hace tiempo, exactamente después de la entrevista donde le preguntaron por su tipo ideal de chica y él había respondido que el género no era necesariamente importante para él, ¿era acaso que a su mejor amigo le molestaba aquello? Frunció el ceño y puso pausa a todo, era momento de hablar.


-Namjoonie, ¿te molesta algo que haga hecho o dicho? – Serio, tenía que tomar su papel de mayor para poder hacerlo hablar.
-No es algo que me moleste de ti, es algo que me molesta de mí – Namjoon habló lo más claro posible intentando con todas sus fuerzas no apartar la mirada y tampoco descubrirse tan rápidamente, quería tener cuidado con él y lo que sentía y pensaba, era tan nuevo que no lo comprendía.
-¿Y qué es eso que hace que no estés tan presente para mí? Porque desde que casi todo el mundo se enteró de mis preferencias, has estado muy ausente, ¿tienes algún problema con eso, Namjoon? – El mayor de los dos no pudo evitar fruncir el ceño, le lastimaba pensar que su mejor amigo no comprendiera su estado, pero nada podría hacer si así era.
-Puede ser que sí, ¿sabes? Porque desde hace tiempo que mi interés hacia ti aumentó en una forma que no entendía, y desde que revelaste eso no he podido estar tranquilo, ¿y si esa era la respuesta que buscaba a la forma en que me siento atraído hacia ti? ¿Y si a mí tampoco me importa el género? ¿O sólo eres tú quien es capaz de revolverme el mundo? – Era ahora o nunca; fue hablando sin cesar como cuando rapeaba al estilo libre, si se detenía por un segundo a pensar en lo que estaba diciendo terminaría por callarse.

Yoongi escuchó cada frase y curiosamente éstas explotaban en su cerebro como fuegos artificiales. Sí, admiraba en demasía a la persona que era Rap Monster, pero Namjoon confesándole todo aquello en ese ritmo, con esa voz, era mil veces mejor. Siguió serio por un largo rato hasta que un suspiro se le escapó de entre los labios, los mismos que se lamió antes de ponerse de pie para quedar frente al líder, inclinarse y acunar la quijada ajena entre sus delgadas manos. El momento en que ambos pares de ojos se encontraron podría haber durado una eternidad, pero lo cierto es que sólo habían sido micras de segundo, pues en seguida los labios rosados del rubio se posaron en los gruesos del castaño con una suavidad desconocida hasta el momento.
Los segundos pasaban y más difícil se les hacía separarse; Namjoon había optado por ponerse de pie y estar mucho más cómodo con la cabeza inclinada hacia el de estatura baja, rodeándole la cintura posesivamente con los brazos. Hasta ese momento notaba lo bien que se sentía tenerlo entre sus brazos, y el aroma que desprendía su cabello, su piel, a pesar de haber ensayado todo el día, era delicioso y adictivo al igual que sus labios. Por fin habían callado todas sus dudas y se dejó llevar por ese sentimiento extraño que por fin encontraba su razón de ser.


Nunca se dieron cuenta del momento en que estaban en el sillón, Yoongi acostado boca arriba y Namjoon encima entre sus piernas; el mayor lo tenía bien abrazado por la espalda, la misma que acariciaba con las palmas bien abiertas al igual que su nuca, mejillas, cuello y pecho, era como si nunca antes hubiera tenido contacto con el otro y necesitaba materializarlo, tener en claro que era a Namjoon a quien estaba entregándole el aliento. Y el más alto no podía hacer más que palparle los costados, cadera, introducir las manos entre el sillón y su cuerpo para tocar su espalda y sentirlo más cerca. No era un beso desesperado, más bien se trataba del reconocimiento de los sentimientos bien guardados que ambos se tenían.
Yoongi enredó los dígitos en el cabello del menor y luego de morderle el labio inferior se fue separando con la respiración agitada, la vista fija en los orbes oscuros ajenos y una sutil sonrisa que Namjoon sabía distinguir bien, sólo la había visto cuando Suga se sentía orgulloso de su trabajo.


-Quédate conmigo, Namjoonie…

El líder sólo asintió depositando un beso más sobre los labios del mayor; podía tomar aquella proposición de dos formas: esa noche no volver al departamento y dormir sobre ese sillón, abrazados como ahora estaban, o bien, ser compañeros del tiempo, de sentimientos, de la vida, sin callarse nada más, ser el uno para el otro porque no cabía en la cabeza de ninguno de los dos que existiera otra persona en el mundo con el que pudiera compartir tanto, con quien sintieran que habían encontrado su “alma gemela”.

No hay comentarios: